El tratamiento de los desechos se basa en la eliminación del riesgo a través de un proceso de esterilización de los desechos hospitalarios infecciosos mediante la aplicación de alta temperatura y presión por un determinado tiempo.
La esterilización se consigue al someter el núcleo de los residuos a una temperatura de 138 °C durante 10 minutos. Después de enfriarse, los residuos resultantes pueden ser reciclados o colocados en los contenedores de basura común.